Por Inés Calveiro

Todo diseñador o artista a la hora de diseñar un proyecto, una obra o una experiencia debe articular el espacio y el tiempo. Ahora bien, ¿cómo articular algo tan inmaterial como es el tiempo? Que ¿no? se lo pueda ver, oír, oler o tocar no significa que no se lo pueda pensar, proyectar o diseñar. Incluso hay algo de lo inmaterial, lo abstracto, lo invisible y hasta lo inaccesible del tiempo que lo hace tan atractivo y desafiante para quien diseña una experiencia.

Si vamos un poco hacia atrás en la historia de la representación, encontramos que con la ruptura de la perspectiva clásica lineal aparece también una búsqueda de ruptura en la linealidad temporal. Se busca visibilizar el tiempo y empieza a aparecer el concepto de simultaneidad.

En el cubismo, podemos encontrar que su mayor exponente, Pablo Picasso, busca desligarse de la figura tradicional con volumen y claroscuro para explorar distintos planos y figuras geométricas. Así plantea múltiples perspectivas, sin enfocarse en un punto especifico de la imagen. Sus obras “Las Señoritas de Aviñón” (1907) y «Jaume Sabartés» (1939) son ejemplos de cómo construye a partir de la deconstrucción de la figura. Espacialmente rompe con la visión renacentista de perspectiva lineal, dejando de lado la profundidad y enfatizando las distintas visiones de una misma figura fraccionada en partes. Si bien al hablar de una pintura diríamos que es una obra estática, se comienza a intentar representar cierto dinamismo a través del uso de diagonales.

Dos años mas tarde, en 1909 aparece el manifiesto futurista sentando las bases de la vanguardia que se caracterizó por intentar representar el movimiento y la velocidad. Obras como “Dinamismo de un ciclista” de Umberto Boccioni continúan con los múltiples planos del cubismo, pero sumandole el dinamismo y la velocidad. También desde la fotografía, los hermanos Bragaglia con el llamado fotodinamismo buscaron captar la trayectoria del movimiento en las acciones mediante la toma en larga exposición.

Las vanguardias artísticas del siglo XX fueron y siguen siendo fuente de inspiración para muchos artistas. Robert Gordon, artista británico, creó en 2010 un cortometraje llamado “Cubism” en el que quiso experimentar las premisas de esta vanguardia aplicadas a una pieza audiovisual. El recurso que utiliza es el de descomponer la imagen en diferentes planos de detalles de una cara. Hasta acá se parece bastante a las composiciones descompuestas de Picasso. Y si bien es una ilustración bastante fiel al cubismo, aporta la complejidad de que las partes están en movimiento, dejando atrás lo estático de la pintura para pasar al dinamismo del espacio-tiempo. Aparecen así múltiples planos, en tiempos diferentes, sucediendo todo en simultáneo. Y a su vez, hay una voz que narra las técnicas del cubismo, reforzando así los principios del movimiento.

«Invisible Shape Of Things Past» es otro ejemplo inspirado en la vanguardias cubista y futurista. En 1995 Joachim Sauter y Dirk Lüsebrink crean un proyecto formado por videos trasladados en un espacio virtual. En el mismo se ve cuadro por cuadro del video, alineados en secuencia según el movimiento de cámara con el que fueron filmados, que generan objetos volumétricos. Presenta un recorrido visual que responde a un orden temporal, donde a la vez puede observarse la totalidad del tiempo que dura el video entero. En 2006, gracias a la tecnología de las impresoras 3D, estos objetos tridimensionales traspasaron la pantalla y se expandieron al espacio real como esculturas físicas. De esta manera, volvemos a encontrarnos ante una propuesta que expone múltiples tiempos simultáneos y que desafía la cualidad inmaterial del tiempo.

En 2001, Camille Utterback presentó la serie “Liquid Time”, en la cual si bien puede verse una influencia cubista, a diferencia del corto de Gordon, incorpora el factor tiempo real como elemento constructor de la experiencia. En la instalación, el movimiento físico del espectador en el espacio fragmenta el tiempo en un clip de vídeo pregrabado. A medida que el espectador se acerca a la pantalla, la imagen proyectada que está en el área directamente enfrente suyo, se fracciona y desdobla sobre si misma en distintos tiempos y planos. Es así como la interfaz del cuerpo, que sólo puede existir en un lugar y en un solo momento, se convierte en el medio para crear un espacio en el que coexisten múltiples tiempos y perspectivas. La instalación se ve interrumpida por los movimientos de los usuarios, que al moverse hacia adelante y hacia atrás frente a la pantalla pueden “controlar” los movimientos de los peatones proyectados.

Otra obra de Utterback que trabaja con el tiempo es “Shifting Time”. Basada en “Liquid Time” pero con algunas características diferentes, superpone pasado y presente en clips de video pregrabados. Esta superposición temporal también se activa con la presencia del usuario como interfaz. Mientras en la otra video instalación se veían superposiciones de segundos, en esta son décadas.

Pasa algo interesante en las instalaciones de Utterback, que aparece la dominación y control del tiempo en la interacción del espectador. Lev Manovich justamente habla de esto en su texto “El lenguaje de los nuevos medios” y dice que “el usuario desempeña un papel activo al determinar el orden en que se accede a elementos que ya han sido creados”. Cuando habla de los nuevos medios también dice que “abandonan completamente la representación antropocentrica y ponen el tiempo representado completamente bajo control humano”, el cual se puede “manejar, analizar y manipular con mas facilidad”.

En 2005, Michel Gondry dirige el videoclip “Sugar Water” para el dúo japonés Cibo Matto. En esta pieza audiovisual, Gondry exhibe dos realidades paralelas con acciones sincrónicas, dividiendo al pantalla en dos cuadros aparentemente independientes en el que uno pareciera narrar linealmente como la realidad y el otro hacia atrás. En un momento en particular se encuentran y estas realidades se superponen y coexiste en ambos cuadros el mismo personaje en tiempos distintos, para luego volver a “separarse” y alternarse temporalmente. La que antes iba hacia delante, comienza a ir hacia atrás y viceversa.

Como diseñadores, es interesante reflexionar y analizar cómo se fue experimentando con la espacialización del tiempo y pensar cómo podemos utilizar el tiempo como una herramienta más para comunicar. El artista Bill Viola reflexiona sobre el tema:

“Las nuevas tecnologías permiten ver el tiempo, devolver el tiempo a la mirada. Vamos a ir todos más despacio. Esperar nos hace ricos. Cuando los ordenadores hablan de millones de ciclos por segundo, tener un momento sin nada que hacer es una oportunidad que nos ofrecen los dioses, no las empresas. El tiempo congelado es como tener un tesoro.”

 

 

 

Referencias bibliográficas: 
• MANOVICH, LEV. (2005). «¿Qué son los nuevos medios?», en El lenguaje de los nuevos medios de comunicación. Barcelona: Paidós.
• VIOLA, BILL. (2005). Entrevista por Fernando Samaniego para Diario El País.

Obras y links:
https://elpais.com/diario/2005/02/05/cultura/1107558002_850215.html
http://camilleutterback.com/projects/liquid-time-series/ http://camilleutterback.com/projects/shifting-time-san-jose/ https://www.youtube.com/watch?v=EN9auBn6Jys http://www.joachimsauter.com/en/work/invisibleshapes.html https://www.youtube.com/watch?v=9IJkHGHKYIg