Por Juan Ignacio Roldán Nieva

¿Qué tan objetivas son las fotografías periodísticas? Usualmente el impacto de la imagen visual en el lector suele estar directamente asociada a la creencia de que la cámara no miente y que los hechos registrados son una prueba incuestionable de que se puede Escribir la historia con luz de una forma objetiva. Damos crédito al testimonio de un texto acompañado con una fotografía que refuerza gráficamente un titular en una publicación, un diario, un posteo de Facebook, cuando consideramos que esa imagen ha sido testigo de un hecho particular.

 

abuelas-2x1

Manifestación a plaza de mayo para protestar por la aplicación de la Ley de 2×1 – Eitan Abramovich


Para comenzar y ser un poco más específicos, cabe realizar una distinción entre dos grandes ramas que subyacen en el género. El fotoperiodismo y la fotografía documental.
El concepto de fotoperiodismo usualmente se refiere a aquella que constituye evidencia en relación con la realidad (¿Qué realidad? Estará por verse). Normalmente se asocia al reportaje fotográfico, pero sobre todo a la fotografía de prensa.
Por otro lado el documentalismo, se encuentra más abocado a fenómenos estructurales que a la coyuntura de noticias, hecho que además de alejarlo de los plazos de producción más cortos del fotoperiodismo, lo mantiene dentro de un marco un poco más independiente.

 

FACC

Protesta de mujeres autoconvocadas por las FACC (Fuerza Artística de Choque Comunicativo) – Ignacio Yuchark

 

Mas allá de esta leve diferenciación podemos observar un denominador común: tanto la fotografía documental como el fotoperiodismo siempre están ligados al concepto de fotografiar la realidad, lo que nos lleva directamente a la cuestión sobre la subjetividad y la veracidad del registro fotográfico. Sin embargo, lo correcto sería comenzar a considerar y cuestionarnos qué relación tiene el fotoperiodismo con el concepto de verosimilitud y la relación directa que esto tiene con los medios de difusión.

 

“La fotografía inaugura los mass media visuales cuando el retrato individual se ve substituido por el retrato colectivo. Al mismo tiempo se convierte en poderoso medio de propaganda y manipulación. El mundo en imágenes funciona de acuerdo con los intereses de quienes son los propietarios de la prensa: la industria, las finanzas, los gobiernos.”
Gisele Freund –  Fotografía como documento social (2006)

 

Represión en el Congreso Nacional, mientras se debate el proyecto de ley de Reforma Previsional – Pablo Piovano.

 

Juan Manuel Ferrari Urrutia

 

La fotografía periodística se trata principalmente de una modalidad comunicativa donde la actualidad es narrada a través de una o varias fotografías, conformando así, una parte importante de la vida social y pública, en donde constantemente estamos siendo interpelados por imágenes informativas que a diario se nos presentan a través de diferentes plataformas mediáticas. De esta forma podríamos llegar a afirmar que el fotoperiodismo tiene el potencial de ser una gran influencia si se lo puede dirigir a la construcción de, por ejemplo, la opinión pública.
Y a partir de la cita anterior, es donde se puede comenzar a vislumbrar la relación que existe entre la fotografía y los medios específicos que las publican. Hemos visto que la prensa ha sido utilizada como herramienta de promoción (u omisión) de diversos hechos políticos, ideológicos y propagandísticos por parte de las elites de poder y de aquellos sectores que concentran el flujo de la información periodística que se difunde a diario, particularmente en una coyuntura de creciente tensión social, de reformas que van en detrimento de derechos adquiridos y en donde la represión y criminalización de la protesta parece ser una constante
 de las fuerzas de seguridad.

Bajo esta situación, la fotografía periodística tiene una gran fuerza de manipulación o en la vereda opuesta, puede ser una herramienta con un alto poder de denuncia como en la mayoría de las imágenes de esta publicación.
Desde muy temprano en la historia las esferas de poder han sabido reconocer este poder utilizando las imágenes como instrumentos de propaganda o de sesgo ideológico anclados principalmente por la bajada editorial del medio. En definitiva la interpretación de los hechos, dependerá de las habilidades de lectura de cada espectador de la imagen, de su competencia crítica, su educación, nivel social, conocimiento y códigos culturales.

Cabe preguntarse ahora qué crédito le damos a la imagen que acompaña un texto periodístico y hasta quizá preguntarse también qué objetivo persigue este texto. ¿Elegimos creer que es real, que es veraz o que es verosímil?

 

Desalojo de la escuela itinerante frente al Congreso de la Nación – Joaquín Salguero.

 

—Todas las imágenes que retrataron este posteo corresponden a lo que fue la 29ª edición de la muestra de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).
La muestra constó de 176 imágenes en las que se recrean los momento más importantes a nivel nacional del 2017. Menos de un tercio de las fotografías de la muestra han sido utilizadas por los medios masivos para retratar cada acontecimiento.—